AC/DC. Sólo cuatro letras, pero unidas lo significan todo para los que amamos el rock and roll de verdad. Descubrí a la banda de los hermanos Young a los 14 años: ahora tengo 44 tacos y siguen siendo mi grupo favorito del planeta Tierra. Lo mío fue amor a primera vista o, mejor dicho, al primer guitarrazo.
"Let there be rock" fue el primer álbum del grupo que llegó a mis manos (me lo prestó un amiguete que ya no está en este mundo). Desde entonces les he sido fiel, año tras año, y mi gratitud ha ido en aumento. No existe nadie más grande que Angus Young, el único guitarrista que toca realmente con el alma.
Década tras década, han mantenido su sonido y estilo, ajenos a toda moda, rechazando la más mínima tentación de comercialidad. El futuro sigue siendo de ellos: estoy convencido de que tienen cuerda para mucho rato (ya han confirmado nuevo disco y gira para finales del presente año).
Sirvan estas líneas de agradecimiento y homenaje a una formación que es ejemplo a imitar por todos. De su discografía nada malo se puede decir, excepto que su última grabación hasta la fecha, "Black ice", es su disco más irregular (malo, obviamente, no hay ninguno).
Casi 40 años de honestidad, entrega y éxitos contemplan a AC/DC. Una de sus muchas obras maestras, "Back in Black", es el disco de rock más vendido de todos los tiempos, desde su publicación en 1980. Este texto no estaría completo sin un emocionado recuerdo al mejor vocalista de la historia del rock and roll, el mítico e inolvidable Bon Scott.
Si AC/DC no existiera, habría que inventarlo. Elegir una sola canción como banda sonora de esta entrada me resulta del todo imposible. Recomiendo todos los elepes de la banda, si bien he elegido la portada de "Flick of the swicht" dado que fue el primer disco que compré de AC/DC y, sin la menor duda, es su lp más contundente y feroz (algo incomprendido en su momento, 1983, hoy es un clásico más).
Me despido con el deseo que tenemos todos sus fans: AC/DC forever!!!!!
